El Arte Sutil y Poderoso de Ignorar a Quienes Buscan Humillarnos
En el complejo entramado de las relaciones humanas, a veces nos cruzamos con gente que, por distintas razones (inseguridad, ganas de controlar, o simplemente mala onda), intenta bajarnos el precio o humillarnos. Estas situaciones pueden doler y ser difíciles, afectando nuestra autoestima y cómo nos sentimos. Si bien hay muchas formas de reaccionar, una de las más fuertes y a veces menos valoradas es el arte de ignorar. No es hacerse el zonzo ni escaparle a los problemas, sino una estrategia consciente para cuidar nuestra tranquilidad y no regalar nuestro poder personal.
Entendiendo la Humillación y Para Qué Sirve
La humillación busca achicar a una persona, hacerla sentir menos, avergonzada o insignificante. El que humilla casi siempre busca una reacción: bronca, tristeza, que te defiendas o que te achiques. Al lograr una respuesta emocional, el que humilla siente que tiene el control o que está por encima en ese momento. Su "éxito" depende, en gran parte, de cómo reaccionemos nosotros.
Ignorar: No Es Lo Mismo Que Ser Indiferente
Ignorar en este sentido no es no darse cuenta de lo que el otro quiere hacer. Significa elegir a propósito no engancharse, no dejar que sus palabras o acciones logren lo que pretenden. Es una forma de no darles la energía que buscan sacarnos. Es cuidarse a uno mismo y reafirmar lo que valemos.
Pensalo así: lo que no alimentás, se muere. Si no le das de comer al intento de humillación con tu reacción emocional, le sacás toda la fuerza.
¿Por Qué Ignorar Puede Ser Un Arte?
Ignorar bien requiere práctica y maña. Es un arte porque implica:
Autocontrol: Poder manejar nuestras propias emociones (bronca, frustración, dolor) en el momento, en lugar de reaccionar sin pensar.
Tener Claro el Objetivo: Entender que lo más importante es estar bien uno mismo y no darle poder al otro.
Fuerza Interior: Reconocer lo que valés más allá de lo que digan o hagan los demás.
Saber Discernir: Darse cuenta cuándo ignorar es lo mejor y cuándo hace falta otro tipo de respuesta (por ejemplo, poner límites claros si la humillación es constante o ya es abuso).
Cómo Poner en Práctica el Arte de Ignorar
Si te cuesta ignorar a los que buscan humillarte, acá tenés algunas ideas para ir mejorando esta habilidad:
Reconocé la Intención, No Te Metas en lo Que Dice: Date cuenta de que el otro quiere humillarte, pero no te quedes pegado en lo que dice específicamente. El problema es su intención, no si lo que dice es "verdad" o no.
Respirá y Enfocá Tu Energía: Antes de reaccionar, hacé una pausa y respirá hondo. Eso te da un segundo para recuperar la calma y decidir qué vas a hacer (o no hacer).
Acordate de lo Que Valés: Tené presente que tu valor como persona no depende de lo que otros piensen o hagan. Tu autoestima está adentro tuyo.
Imaginá un Escudo: Visualizá una barrera que te protege y no deja que las palabras negativas te afecten.
Cambiá de Tema (Mental o Físicamente): Llevá tu atención a otra cosa, ya sea yéndote de la situación o pensando en algo distinto.
Practicá No Reaccionar: En cosas que no son tan importantes, practicá a propósito no reaccionar ante comentarios o actitudes que buscan provocarte. Esto te ayuda a tener más autocontrol.
Ponete Límites Internos: Decidí mentalmente hasta dónde dejás que la mala onda de otros te afecte.
Buscá Apoyo Después: Si la situación te afectó a pesar de que intentaste ignorar, hablalo con alguien de confianza para poder procesar lo que sentiste.
Cuando Ignorar Quizás No Alcance
Es clave entender que ignorar no sirve para todas las situaciones de humillación. Si la humillación es parte de un patrón de abuso, acoso o si pone en riesgo tu seguridad o bienestar, es fundamental buscar ayuda profesional y tomar medidas más directas para protegerte (poner límites bien claros, buscar apoyo legal o en recursos humanos, etc.). El arte de ignorar es una herramienta útil para momentos puntuales, no una excusa para aguantar el maltrato seguido.
Conclusión: Tu Tranquilidad Es Tu Poder
El arte de ignorar a quienes nos quieren humillar es una habilidad muy valiosa en el camino del crecimiento personal. Nos permite cuidar nuestra energía, mantener nuestra dignidad y no dejar que otros nos saquen de quicio. No es ser débil, sino mostrar fortaleza interior y autocontrol. Al aprender este arte sutil, elegimos nuestra tranquilidad por encima de que nos aprueben afuera y reafirmamos que lo que valemos está en nosotros mismos, y nadie que quiera menospreciarnos nos lo puede quitar. Practicá este arte, fortalecete por dentro y caminá con la seguridad de que lo que valés no está en juego en las peleas que otros te quieran armar.
Escrito por Emanuel Rodríguez
Fundador del Instituto Kallu, músico y apasionado por el aprendizaje.
Comodoro Rivadavia, Chubut – Argentina.
Comentarios
Publicar un comentario