Sanando las Heridas del Ayer - Emma Rodriguez

 



Sanando las Heridas del Ayer: La Importancia de Sanar el Pasado para Avanzar en el Presente

El pasado es una parte imborrable de nuestra historia personal. Nos ha moldeado, influenciando quiénes somos y cómo interactuamos con el mundo. Sin embargo, cuando las heridas del pasado permanecen sin sanar, pueden convertirse en un ancla que nos impide avanzar plenamente en el presente. Este artículo quiero que exploremos la importancia de sanar el pasado para liberarnos de sus limitaciones y construir un presente y un futuro más plenos.

El Peso del Pasado No Resuelto

Las experiencias pasadas, especialmente aquellas que fueron dolorosas o traumáticas, pueden dejar una huella profunda en nuestra psique, pueden volverse una parte sumamente negativa de nuestro cotidiano, en nuestra forma de ver el mundo, la vida. A veces tenemos comportamientos efímeros inconscientes de las cuales muchas veces nos arrepentimos, porque dañamos a la gente que tenemos aprecio o a nosotros mismo. Es importante sanar las heridas físicas como las emocionales, sino pueden enfermar y causarnos un mal peor. Estas heridas no resueltas pueden manifestarse de diversas maneras:

  • Patrones de comportamiento negativos: Podemos repetir errores del pasado, recreando situaciones dolorosas en nuestras relaciones o en nuestra vida profesional.

  • Emociones persistentes: Sentimientos como la ira, el resentimiento, la tristeza o el miedo pueden seguir presentes, nublando nuestra capacidad de disfrutar del presente.

  • Creencias limitantes: Las experiencias negativas pueden llevarnos a desarrollar creencias sobre nosotros mismos o sobre el mundo que nos limitan y nos impiden alcanzar nuestro potencial.

  • Dificultad para conectar: El dolor no resuelto puede dificultar la intimidad y la confianza en nuestras relaciones, impidiéndonos conectar auténticamente con los demás.

  • Bloqueos: El pasado puede generar bloqueos creativos, emocionales o profesionales, estancando nuestro crecimiento y desarrollo.


Muchas cosas que nos suceden en el cotidiano están ligadas a las heridas del pasado, me gusta verlo como anclas, que te dificultan el avanzar en la vida o te detiene completamente. 
Es importante sanar, liberarse de estas ataduras dolorosas que hemos vivido, y tenemos que ser consientes, de que el dolor que sentimos es nuestro, la gente no tiene porque entenderlo, es algo tan nuestro que no es posible que una persona sienta en su totalidad el dolor nuestro. Cada persona es un mundo diferente y es la razón por la que tenemos que desarrollar la simpatia y empatia antes el dolor del pasado de las personas.

El Proceso de Sanación

Sanar el pasado es un proceso profundo y personal que requiere tiempo, paciencia y autocompasión. No se trata de olvidar lo sucedido, sino de transformar nuestra relación con esas experiencias, integrándolas en nuestra historia de una manera que nos empodere en lugar de limitarnos. Es como les explico en otro articulo, se trata de sentir las emociones y hablarles, no sucumbir ante ellas, cuando hablamos de volver al pasado se trata de no sucumbir ante el mismo, sino de sentir y poder resolver sin el afán de salir mas herido de lo que ya estamos.

Algunas estrategias que pueden ser útiles en este proceso incluyen:

  • Reconocer y aceptar: El primer paso es reconocer el dolor y las heridas del pasado, aceptando que forman parte de nuestra historia, de que nos forjo un carácter, una forma de ser, una forma de aprender de la vida.

  • Sentir las emociones: Permitirnos sentir plenamente las emociones asociadas a esas experiencias, sin juzgarlas ni reprimirlas. Nadie es perfecto en esta existencia, todos nos equivocamos, todos cometemos errores. Porque fallar es el acto mas humano que a persistido en el basto tiempo que hemos estado existiendo.

  • Dar sentido a la historia: Reflexionar sobre las experiencias pasadas para identificar los aprendizajes y el significado que podemos extraer de ellas. Tenes que recordar que todo lo que nos sucede nos enseña algo, creanme que muchas veces las victorias no enseñan también como el fallar o pasarla mal.

  • Perdonar: Perdonar a quienes nos hirieron, y también perdonarnos a nosotros mismos por los errores que hayamos podido cometer. No tenemos la verdad absoluta, y como dije anteriormente se trata de esto, somos humanos fallar esta en nuestra historia como tal, seria injusto no perdonarnos primeramente a nosotros y a los demás.

  • Reescribir la narrativa: Transformar la historia que nos contamos sobre nuestro pasado, enfocándonos en nuestra fortaleza, resiliencia y capacidad de crecimiento. Se trata de tener otro enfoque, otra comunicación con nosotros mismos, no juzgarnos.

  • Buscar apoyo: Contar con el apoyo de un terapeuta, un grupo de apoyo o personas de confianza puede ser de gran ayuda en este proceso. No tengas miedo, ni vergüenza en pedir ayuda, quiero contarte un secreto, a mi me tormento una condición por años, y siempre fingía que esta todo bien y que podía solo, hasta que la vida me mostro que no es asi, jamas se esta solo, y siempre hay gente de buen corazon y espiritu dispuesta a ayudarte, no tiene que ser un familia o un amigo. 

  • Practicar la atención plena: Centrar nuestra atención en el presente puede ayudarnos a no quedarnos atrapados en el pasado. No se vive del pasado, solo se aprende de el, y tenemos que respetarlo dándole su especio y prestar atención a lo que nos quiera enseñar.

Los Beneficios de Sanar el Pasado

Sanar el pasado no es un lujo, sino una necesidad para vivir plenamente en el presente y construir un futuro más prometedor. Al liberarnos del peso de las heridas no resueltas, podemos experimentar:

  • Mayor bienestar emocional: Disminución del estrés, la ansiedad y la depresión, y un aumento en la capacidad de experimentar alegría, paz y gratitud.

  • Relaciones más saludables: Mayor capacidad para la intimidad, la confianza y la conexión auténtica con los demás.

  • Mayor autoconocimiento: Una comprensión más profunda de nosotros mismos, nuestras necesidades, nuestros valores y nuestro propósito en la vida.

  • Mayor autenticidad: La libertad de ser nosotros mismos, sin el miedo a ser juzgados o rechazados por nuestro pasado.

  • Mayor resiliencia: Una mayor capacidad para afrontar los desafíos de la vida, aprendiendo de las dificultades y creciendo a partir de ellas.

  • Mayor plenitud: La capacidad de vivir plenamente en el presente, disfrutando de las experiencias y oportunidades que la vida nos ofrece.

Conclusión

El pasado puede ser un maestro sabio o un carcelero implacable. La elección está en nuestras manos. Al tomar la decisión de sanar las heridas del pasado, nos liberamos de sus cadenas y nos abrimos a la posibilidad de un presente y un futuro llenos de plenitud, amor y crecimiento.


Escrito por Emanuel Rodríguez

Fundador del Instituto Kallu, músico y apasionado por el aprendizaje.

Comodoro Rivadavia, Chubut – Argentina. 

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